3.4.1
Índice de Desarrollo Humano
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es una herramienta utilizada para los
niveles de medidas de desarrollo humano en todo el mundo. Fue iniciado por el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para sus informes anuales
sobre Desarrollo Humano, y es un compuesto de la esperanza de vida, la
educación, la alfabetización y nivel de vida de países de todo el mundo.
Se clasifica a los países en términos de “desarrollo humano muy alto”,
“desarrollo humano alto”, “desarrollo humano medio”, y “desarrollo humano
bajo.” Como tal, proporciona una herramienta para la comparación de todos los
países. Usted se dará cuenta que el IDH mide más que el crecimiento
económico. Esto es importante, ya que el crecimiento económico no cuentan toda
la historia del desarrollo humano, existen importantes indicadores sociales y
el bienestar, así que los modelos económicos no son capaces de revelar.
Uno de los otros beneficios del IDH es su simplicidad: se proporciona un valor
único para cada país, por lo que es más fácil de ver que los países más
desarrollados y las que están menos desarrollados. En 2010, el PNUD comenzó a
utilizar un nuevo método para calcular el IDH. Que combina tres dimensiones:
esperanza de vida, el conocimiento y la educación, y nivel de vida.
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es una medida resumen del desarrollo
humano, que refleja los logros medios de un país en tres dimensiones básicas de
desarrollo humano: una vida larga y saludable (salud), acceso al conocimiento
(educación) y un nivel de vida digno (ingresos). La disponibilidad de datos
determina la cobertura de países del IDH. Para posibilitar comparaciones entre
países y siempre que sea posible, el IDH se calcula en base a datos disponibles
en el momento de redactar el Informe provenientes de las principales agencias
internacionales de datos y otras fuentes con credibilidad demostrada. Qué
información ofrece el Índice ?El IDH se creó para enfatizar que las personas y
sus capacidades deberían ser el criterio más importante para evaluar el
desarrollo de un país, no sólo el crecimiento económico.
El IDH también ha solido cuestionar las decisiones políticas nacionales: en
numerosas ocasiones, ha planteado cómo dos países con el mismo nivel de INB per
cápita pueden mostrar resultados de desarrollo humano tan diferentes. Por
ejemplo, Bahamas y Nueva Zelanda tienen similares ingresos per cápita, pero la
esperanza de vida y los años de escolarización difieren de forma muy
significativa entre los dos países, obteniendo Nueva Zelanda un IDH mucho mayor
que Bahamas. Estos contrastes tan llamativos pueden estimular el debate sobre
las prioridades políticas de los gobiernos. De Dónde provienen los datos del
IDH La esperanza de vida al nacer lo ofrece el Departamento de Economía y
Asuntos Sociales de la ONU; los años de educación promedio se basan en Barro y
Lee (2010); los años esperados de instrucción los determina el Instituto de
Estadísticas de UNESCO; y el INB per cápita proviene del Banco Mundial y del
Fondo Monetario Internacional.
Para unos pocos países, los años medios de escolarización se calculan a partir
de encuestas nacionales representativas realizadas en los hogares y, en el caso
de otros pocos, el INB se ha obtenido de la base de datos de Principales
Agregados del SNA de la ONU. De todas formas, todavía existen enormes lagunas
estadísticas, incluso en áreas muy básicas de los indicadores de desarrollo
humano. Aunque se abogue activamente por mejorar la calidad de los datos sobre
el desarrollo humano, tanto como principios como por razones prácticas, la
Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano no recoge directamente los datos de
los países implica la posibilidad de reubicar recursos hacia el desarrollo humano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario